ME PONE DE BUENAS EN UN SABADO NUBLAO

ANTES

Antes cuando vivia al otro lado del mar, había siempre un momento de incertidumbre, una duda por las horas siguientes que hacian delicioso ver pasar el tiempo. Las sorpresas de la noche podían estar a la vuelta de la esquina, en una cafetería en un café y en todos lados... extraño eso. Esas noches en donde me encontraba en lugares nuevos, sintiéndome ajeno a todo y caminando por calles que olían a humedad. Extraño eso, los shawarmas de media noche y unas birras por las plazas.

Ahora es distinto, mi vida es más segura, más rutinaria y más íntima con la computadora, me agrada es cierto... pero siempre nos quedará la incertidumbre de una noche que habla en catalán.

EL ÚLTIMO GOL

Ahora me viene a la mente esa frase "ohh la muerte" generalmente usada cuando corriamos peligro en alguna avenida o calle de esta complicada ciudad, tantas veces se dijo, con el toque "Huguesco" como dice Marikita, una voz chillona y peculiar que se mofaba de la situación, tu humor negro y pálido, siempre punzante y correcto pero sobretodo preciso.

He visto que desde las Cordilleras ahora te extrañan y te lloran, este invierno que se viene será más frio, y es que faltarás vos para destapar las botellas de vino y convivir con tus colegas, siempre rojos de un tono ditinto al tuyo, pero que encontraste acogedores.

La morsa arruinada, las putas focas, todos extrañan al señor crustaceo. Pero el señor, se pasea lento, nadie sabe que sigue caminando entre la nieve de la Cordillera, entre las calles oscuras de la Doctores, entre los pasillos del estadio de Montjuic y se cobra las heridas con frases y libros.

El último gol, el del aficionado y de último minuto, el del honor, el que le dio la vuelta el que levanta copas más dignas, ese es el tuyo. Guerrero de las canchas y preciso, nada de niñerías, fútbol, espectáculo y clase, algo digno de alguien tan bueno como vos.