EL 68 QUE NO DEJA DORMIR
Pensando un poco en las vertiginosas vías que la política y vida social de este México de diario se decide de pronto a caminar, se piensa en las cosas comunes con las que se topa al tratar de describir estas realidades a veces surrealistas, como el propio Buñuel adjetivaba.
Tlatelolco y sus plazas, la mano tendida del "feo señor presidente" con su efigie de simio, la prueba de parafina que nunca se le realizó, la campaña de vacunación al granadero, Marcusse, Sarte y Camus en la estantería de cabecera de aquél azotado sesentero que soñaba con las utopías de guerrilla cubana en ciernes; todas de pronto se ven desde la distancia con miedo, desencanto e ingenuidad. Poco se tiene en común con aquella "JUVENTUD DEL 68" que curiosamente hoy torpemente trabaja en el gobierno emulando la estupidez que un día vomitó.
El escenario tiene algo más de semejante, tanquetas fuera de la universad de Oaxaca, la imagen de los granaderos que marchan con sus escudos de plástico, el gobernador con su fuero, miles de manifestantes que marchan sin saber muy bien quién o quienes los persiguen y los dirigen. Los agitadores de los movimientos siguen siendo "la crisis, el hambre y la miseria" como en aquellos años.
De aquella juventud a mí me quedó la ingenuidad clasemediera, el comprmiso social "rebelde" del que habla Fuentes, la ilusión de una Europa caduca que también se incendia (en coches y en París) la vociferación en las calles que acompaña perfectamente al silencio y estupor íntimo. Nos quedó Pablo Gomez que ahora da entrevistas de banqueta, el líder de las juventudes panistas del 68 "Fernandez (Santo Clos) de Cevallos" y el viejo PRI que se niega a morir. Los tiempos pasados nos persiguen a modo de no hacernos olvidar que no fueron mejores, simplemente hay cosas que se empeñan en mutar sin cambiar la escencia.
Está sonando: "Acuarela do Brasil" - Elis Regina
1 "intrusos":
Si me preguntas, yo siempre he dicho: no olvidemos el pasado, pero dejémoslo morir.
9:28 a. m.
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